Ha pasado el tiempo, y has vuelto hacer todo aquello que dijiste que nunca harías. Te repites a ti mismo, te mientes, y vuelves a caer en tus propios errores, aunque nunca lo terminas de reconocer por completo. Nunca, somos así de idiotas.

Todo pasa, todo se acaba, todo se repite, una y otra vez, en un ciclo que sólo tiene un final marcado en el calendario.

Pasan los años, uno detrás de otro, sin inmutarse, cada vez más deprisa, cada vez con menos tiempo para hacer todo lo que te gustaría hacer, para ser, para pensar, para soñar, para enamorarte, para que de vez en cuando vuelva aparecer una chispa de ilusión.

Pasan los amigos, unos se quedan, los de siempre, algunos se van un tiempo y después vuelven, otros desaparecen, otros te ignoran, a otros les empiezas a causar indiferencia y otros directamente te olvidan.

No hay razón para tener miedo a un final, todo pasará o volverá de otra forma distinta que nos atrape, pero sí hay razones para tener miedo a no saber disfrutar más del instante que tenemos delante sin pensar muchas veces tanto en el mañana.

@Redry13

paper-plane-quilt-patch