Dejarse llevar Deja de buscar, es un error, déjate encontrar, merece la pena. Este podría ser el principio de cualquier cuento que funcionase con un poco de magia y un poco de casualidad, de esos que uno no se espera, con uno de esos que van encajando muy poco a poco todas las piezas. A veces uno cree que ya es demasiado tarde para todo, que cada cosa tiene su momento, que si no llega es que puede que ya no vaya a llegar, y la verdad, todo puede revolucionarse en poco tiempo. Necesitamos más personas que nos revolucionen la

Él y Ella Él es una canción que todavía no se ha dejado escribir. Ella es un color que nadie conoce. Él sueña con el mundo al revés, donde vivir no duele. Ella renace con la muerte de cada estrella fugaz. Él mira cada noche al cielo esperando que ella pase fugazmente. Ella gobierna una flota de barcos de papel en los charcos. Él abraza fuerte las páginas de su diario sin escribir en octubre. Ella sonríe a oscuras para que no la vea nadie llorar. Él ve en la sombra sin que ella aún lo sepa. Ella decide no

Me pasas a diario, en verso, en gris azulado y a kilómetros de lo que puede ser la alegría. Me pasas en invierno y por encima, eres notas discordantes en una canción que te recuerda, pero no siente melancolía. Me pasas porque te veo perder el control, y no me importan las vueltas de campana ni gritar en túneles sin salida. Me pasas de hoja en hoja, de página en página y de poesía en poesía, me pasas de madrugada y por el cuello las manos frías. Me pasas de lunar en lunar, de cornisa en cornisa, de saltar sin

Me gustan los días un poco oscuros en los que parece que va a llover pero que al final no llueve, me gusta esa luz tenue con la que puedes mirar al cielo sin tener que cerrar los ojos por el brillo del sol. Me gustan, aunque parezcan tristes, y me gustan con un poco de calor. Pero me da igual el tiempo que haga. Me gustas tú. Busco otro imposible, sé muy bien que estoy atado a ellos, porque no busco a la chica más bonita del mundo, busco a la chica que quiera entender mi mundo, que no

Domingo es sinónimo de vértigo Domingo es guerra en uno solo de los dos bandos, balas perdidas que dejan ver el sol de vez en cuando. Domingo es siempre para contestar demasiado tarde, de perder el equilibrio por no saber arriesgarse. Es hielo sin nada que poder enfriar. Domingo es un beso mal lanzado, es un camino hacia delante a oscuras, los pasos cerca de un precipicio, el óxido de unos labios que no mostraron su pasión. Domingo son agujeros en la capa de cualquier superhéroe que le impiden volar un poco más alto. Domingo es querer borrar todo lo

Él y Ella Él es una canción que todavía no se ha dejado escribir. Ella es un color que nadie conoce. Él sueña con el mundo al revés, donde vivir no duele. Ella renace con la muerte de cada estrella fugaz. Él mira cada noche al cielo esperando que ella pase fugazmente. Ella gobierna una flota de barcos de papel en los charcos. Él abraza fuerte las páginas de su diario sin escribir en octubre. Ella sonríe a oscuras para que no la vea nadie llorar. Él ve en la sombra sin que ella aún lo sepa. Ella decide no

Algo más que números Dos promesas que no se cumplen. Un millón de balas que se destruyen. Cuatrocientos seis silencios en un concierto de rock. Mil ciento cincuenta y cuatro latidos por minuto al verte. Seis millones de puestas de sol que pasan inadvertidas. Ochenta y cuatro saltos al vacío en cada despedida sin mirar atrás. Tres mil ciento tres almas en ruinas siguiendo tus pasos. Ciento cuarenta y cinco nudos en el estómago al decir una mentira. Treinta y siete «para siempres» con fecha de caducidad. Dos mil seiscientas preguntas sobre ti que dejaste sin respuesta. Trece martes trece

Cicatrices Cansado, de coleccionar cicatrices con nombres y apellidos. Heridas que no sangran, mecheros que no queman cataratas sin agua, voces que no hielan. Cicatrices que echan de menos y no se pueden decir en alto cicatrices perfectas como un tatuaje descrito con los años curvas sin mirar atrás que lo ponen muy jodido para elegir entre tú y la calma después de la tormenta y los kilómetros marcan el de años de latidos. Valemos más que este desastre de sentimientos donde los besos se cambian en una tienda de antigüedades por sillones rotos a los que poner un parche,

Me guardo todo lo que no me regalaste. Me imagino todo lo que no me dijiste, aún queda tiempo para torturarme, y silencio mucho silencio para escribirte. Madruga el miedo por la mañana. Trasnocha la ira de madrugada, y los monstruos los monstruos se siguen incluso a la luz del día. ¿quién te llama sin recuerdo? ¿quién te abraza en soledad? ¿quién viene en entretiempo a este jardín sin arruinar?   Redry   Foto Matías Lechuga

Me perdí Porque los dos quisimos, sin querer, sin querer querernos. Tú, con tu querer de pega. Yo, con mi miedo a la escenografía. Nosotros, con la indecisión y el teatro. Nos escondimos porque violábamos la escena. Sin llamadas, sin querer venganza. Tú, con tu barba de pega. Yo, con el imbécil de mi destino. Nosotros con la prohibición y el «eres tonto» de saber que lo sientes, y pierdes todo más una foto en la pared y su antipatía. Hoy pierdes, ayer perdiste, mañana, mañana te acuerdas, lo escribes, lo vuelves a pensar, escribes y te dueles, a ella