Cansado,
de coleccionar cicatrices con nombres y apellidos.
Heridas que no sangran, mecheros que no queman
cataratas sin agua, voces que no hielan.

Cicatrices que echan de menos y no se pueden decir en alto
cicatrices perfectas como un tatuaje descrito con los años
curvas sin mirar atrás
que lo ponen muy jodido
para elegir entre tú y la calma después de la tormenta
y los kilómetros marcan el de años de latidos.

Valemos más que este desastre de sentimientos
donde los besos se cambian en una tienda de antigüedades
por sillones rotos a los que poner un parche,
como a la vida, como a un kamikaze que se salva del primer impacto.

@redry13