Grecia
Hay veces que uno se enamora, hasta el fondo, hasta el fin del mundo.
Y empiezas a subir, subes, subes.
De esas veces en las que empiezas a creer en imposibles.
Y subes, subes, sigues subiendo.
De esas veces en las que te abrazan muy fuerte y empiezas a volar.
Subes, subes, cada vez más alto.
Te empiezas a enamorar del vértigo, sin miedo, sin control, sin paracaídas.
Subes, ya no ves el suelo, no importa nada no saber pilotar.
Entonces sueltan tu corazón cuando lo tenían abrazado desde lo más alto de la exosfera.
Caes.
Y se rompe en pedazos tan pequeños que es imposible volverlo a reconstruir.
Sabes que podrías sacar a Grecia de las ruinas, pero no a mi corazón.
Y la hostia no es de la caída, la hostia es de la realidad.
@Redry13
Andrea
El monstruo antigravedad a veces es el más grave; gracias por esta belleza de poema