Es la madrugada triste de un lunes y sólo se te ocurre pensar en la mañana sobria de un sábado, suena cualquier canción de los ochenta en la radio cuando los dos mil ya nos tienen ahogados. No podemos dormir por las noches y robamos cinco minutos más cada mañana, no queremos sufrir por desamores y suspiramos cada mes de abril con un nuevo cruce de miradas.

La casualidad hace que dos personas coincidan en la misma semana, que los sentimientos choquen, que la ilusión se desborde, que el vértigo y la indecisión dejen el miedo a flor de piel, sonando a destiempo en lo más profundo de tu corazón. La crueldad de las constantes, el viento en contra, las palabras equivocadas, una promesa rota, un invierno en el que se detiene el tiempo.

Eres una persona muy bonita en un momento imposible, otra oportunidad de las que pasan sin querer, de esas en las que los tiempos irregulares son una maldición para cualquier corazón con ganas de volver a ilusionarse.

Éramos dos aviones despegando que se estrellaron antes de poder volar.

@Redry13

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