Mi desastre favorito
Me enamoré de un desastre. Era el mejor ejemplo de un mal ejemplo, de los que alteran tus constantes cuando te acarician con sus plumas y desaparecen en callejones sin salida. De los que escapan para hablar a solas con su colchón.
El problema solía comenzar cuando los latidos se aceleraban, cuando el viento se dejaba de sentir en la cara y pasaba a las manos, cuando el planeta dejaba de ser nuestra casa para ser “Nunca Jamás”. Era de las que se pinta los labios sabiendo que no va a besar.
Me enamoré de una tela de araña, de las que te enredan en tu cuello y juegan con la razón a través del doble fondo del cajón de los corazones rotos. De las que se baja la Luna ella sola si quiere soñar.
Y me perdí, como se pierden todos los que se enamoran de una camisa llena de agujeros, agujeros por los que dejar escapar cada una de las veces que me dije “no volverá a pasar”.
@Redry13