No te vayas lejos. Ahora que te tengo más cerca que nunca, ahora que mis constantes vibran, por favor, no te vayas. No te vayas, porque lo quiero todo, no te conviertas en un recuerdo fugaz, no te quedes en un invierno sin final, en un pedazo de mis futuros recuerdos. No, no te vayas, quiero más magia, de esa que aparece sin necesidad de ningún truco, de esa que se juega entre los dedos de tus manos. No, de verdad, no te vayas, quédate a dormir una noche más, aunque a veces me equivoque, aunque a veces falle, aunque

Sólo son cuatro letras. Es fácil que fuese tu primera palabra, o al menos la que más vas a sentir en tu vida. Seguramente la más importante que pronuncies. La persona de tu vida. El verdadero amor de tu vida. Ella es la que nunca falla, la que nunca pone excusas, la que siempre está, la que siempre acierta, la que te cuida, la que te mima, la que a veces se enfada, la que a veces te grita (y con razón), la que siempre perdona, la que va y encuentra cualquier cosa aunque tú la hayas cambiado de lugar.

Me estás explicando lo que es la vida sin dar ningún tropiezo sólo con estar a mi lado. Todas las respuestas a mis preguntas imposibles las tenias tú, porque necesito escribirte en la palma de la mano todo lo que no te sé decir, y despejar nuestras incógnitas. Y no eres la chica más guapa del baile, ni la que mejor baila, no sé, igual ni te apetece salir a bailar, tampoco eres la que lleva el vestido más bonito, pero eres todo lo que a mí me gusta. Seguro que no fuiste la chica más guapa de tu clase,

Y sólo me apetece tumbarme en una cama desierta, tú y yo. Y escuchar a cualquier curioso, para recorrer un largo periplo. Y, quiero conocer el millón de secretos que hay en tus ojos, el paradigma de nuestras constantes. La única con la que me apetece despejar mis incógnitas. Y, puntos, suspensivos… No te lo voy a decir todo ahora, pero no te voy a poner fácil conocer el nudo de esta historia.   @Redry13

No es que me quiera ir, es que ya no sé estar sin tus incógnitas. Siempre me falta un “ojalá estuvieses aquí”, no sé, a cualquier hora del resto de mi vida, que hay veces en las que no puedo tocarte, pero en las que te siento, que ya he aprendido a leer entre líneas, las que forman tus ojos al reír a carcajadas. Y llega un momento en el que te das cuenta que los pequeños detalles son lo más importante, como encontrar la perfección contigo. Leer tu mirada en silencio, teclear mis dedos sobre tus caderas como si

Eres mi debilidad, como los viernes por la tarde. Yo soy noche, tú madrugada, un puzle de dos que siempre encaja, la que se ha atrevido a solucionar parte de mis problemas. Contigo el tiempo corre el doble, pero también se vive el doble, y eso, al final, es magia. Eres la chica de los insomnios, la que dice “un capítulo más” antes de dormir y se ve ocho, la de las ojeras por la mañana, la de la sonrisa en el espejo, la que sale en invierno a bajo cero a la calle con el pelo mojado. Eres la

El día que murió el arte tú viniste de visita. Habían saltado los plomos y la oscuridad rompía el silencio de la habitación con cada parpadeo de tus dedos contra los míos, no sé, era el tiempo diluyéndose entre los dos convertido en magia. Nos hemos encontrado en el momento perfecto, en la hora más inesperada, en el pretérito imperfecto en el que tú olvidabas. Yo buscaba, y perdía una y otra vez los papeles en los que te escribía cada madrugada de invierno sabiendo que no habría contestación. Eres simple y complicada, yo maniático y desordenado, el muro acorazado

Soy fan de ti y de tu extraño mundo en el que las cosas se ven desde otra perspectiva, empezando muchas veces de cero. Soy fan de ti, de tus besos al despertar, de tus abrazos al dormir y esas sonrisas que atacan sin remordimiento, que atacan casi sin avisar. Soy fan de ti, del principio de la primavera, de los cristales empañados y de los charcos en las aceras. Soy fan de ti, de las canciones que pasan a ser nuestra banda sonora, de los versos que se repiten en tu mirada cuando los compongo y de las frases

Me gusta aplazar diez minutos la alarma del despertador por la mañana, cinco para sentir que hace frío ahí fuera y no querer salir nunca de aquí dentro, cinco para ver en el móvil si hay alguna notificación, algún mensaje tuyo. Me gusta vestirme sin pensar y hacer muecas al espejo del baño, ducharme con alguna canción que me haga saltar, me despierte y no querer cerrar nunca el grifo del agua caliente. Me gusta dejarte algún mensaje invisible en el espejo sabiendo que nunca lo vas a leer. Me gusta leer en el bus algún capítulo que me recuerde

Eres la chica de los sin saber por qué, la que llora a las tres y sonríe a las cuatro, la que pierde todos los trenes sin haber pensado sobre su destino. Eres la chica que dedica su tiempo a contestar los mensajes lo más rápido que puede y que nunca recibe respuestas. Eres la chica que se pone música para recordar que a veces sueña, la que quiere olvidar a ratos, la que calla todo lo que dice su cabeza y grita todo lo que sale de su corazón. Eres la chica que cumple, la que pide perdón demasiado