Domingo es sinónimo de vértigo
Domingo es guerra en uno solo de los dos bandos,
balas perdidas que dejan ver el sol de vez en cuando.
Domingo es siempre para contestar demasiado tarde,
de perder el equilibrio por no saber arriesgarse. Es
hielo sin nada que poder enfriar.
Domingo es un beso mal lanzado, es un camino hacia
delante a oscuras, los pasos cerca de un precipicio,
el óxido de unos labios que no mostraron su
pasión. Domingo son agujeros en la capa de cualquier
superhéroe que le impiden volar un poco más
alto.
Domingo es querer borrar todo lo que sobra un de ti,
domingo es querer poder cambiar algo que te corta las
alas para seguir soñando de cerca, de lejos y a tu lado.
Domingo es contar cuántas veces me pisaste anoche
bailando. Es fuego que no quema.
Domingo es cama, sofá, una película repetida, dormir
con la camiseta del día anterior, es silencio en la
calle, ruido en tus constantes y una canción desesperada en cada nuevo mensaje. Es qué pasó ayer y qué
hubieses querido que pasase.
Domingo es ver cómo se borra tu palabra favorita, es
romper a llorar después de sonreír por un recuerdo,
es perder el miedo a quedar como un idiota. Es saltar
sin paracaídas si tú estás esperando a ras de sueño,
morir un poquito por quien no termina de llegar.

David Galán – Redry

De mi libro «Abrázame los monstruos».

Foto: @camillegphoto