La irregularidad de los tiempos
Es la madrugada triste de un lunes y sólo se te ocurre
pensar en la mañana sobria de un sábado, suena cualquier
canción de los ochenta en la radio cuando los
dos mil ya nos tienen ahogados. No podemos dormir
por las noches y robamos cinco minutos más
cada mañana, no queremos sufrir por desamores y
suspiramos cada mes de abril con un nuevo cruce de
miradas.
La casualidad hace que dos personas coincidan en la
misma semana, que los sentimientos choquen, que
la ilusión se desborde, que el vértigo y la indecisión
dejen el miedo a flor de piel, sonando a destiempo
en lo más profundo de tu corazón. La crueldad de las
constantes, el viento en contra, las palabras equivocadas,
una promesa rota, un invierno en el que se
detiene el tiempo.
Eres una persona muy bonita en un momento imposible,
otra oportunidad de las que pasan sin querer,
de esas en las que los tiempos irregulares son una
maldición para cualquier corazón con ganas de volver
a ilusionarse.
Éramos dos aviones despegando que se estrellaron
antes de poder volar.

David Galán – Redry

De mi libro «Abrázame los monstruos».

Foto: @camillegphoto