No sé como lo haces, pero lo haces
No sé como lo haces, pero lo haces. Eres mi serotonina
favorita.
Hay personas que se cruzan en nuestra vida que son
eso, vida, de las que aparecen para salvarte, no sé,
aunque sea de la falta de un abrazo, hay personas,
incluso, que son capaces de salvarte de ti mismo.
Has llegado salvando viejas heridas, a olvidar algunas
cicatrices que ya no necesitaban tiritas, a cambiar de
canción cuando el último disco comenzaba a estar
rayado, a empezar a despertar de sueños sin realidad
y fines de semana apagados.
Hay personas que consiguen hacerte vivir con ganas,
saltar en los conciertos sin saberte la canción, madrugar
sin que cueste salir de la cama y sonreír cuando
sientes unos pies fríos.
Ojalá se pudiese vivir eternamente en todas esas cosas
que no hacen falta describir, las que se provocan
que cada día todo vaya más deprisa, sin pausa, sin
miedo, sin querer, pero queriendo.
Hacerse sonreír sin decir nada, seguramente eso lo
sea todo, como la magia de cualquier comienzo.

Redry

De mi libro «Abrázame los monstruos».

Foto: @camillegphoto