Piensa que se fue,
y si se va,
que sea para siempre.
Como un tornado,
como un torrente.

Llama sin color,
bebe sin pasión,
reza sin querer,
llora sin sentir.
Grita sin voz.

Y piensa que se fue,
y no vuelve.
Que sea para nunca,
como una brisa,
como una tormenta.

Y decidiste sentarte a un lado,
quitarte la chaqueta,
quererte al amanecer,
ganarte una cerveza.
Y cambiarme de parecer.

Y pensabas,
Que descender era un juego,
que vivir una condena,
que esperar saltar de un barco,
que hundirse sanar heridas.

Y sonaba,
como una canción de cuna,
como música pasando muy deprisa,
como agua bajo la ropa,
como veneno en una herida.

Y así se va, como siempre, como nunca.