Voy a decir a mis monstruos que me den su abrazo más triste esta madrugada, Abrazar, por ejemplo, muy fuerte la almohada y soñar esta madrugada que no te tengo lejos. Se me nota el pánico en los ojos al saber que ya te estás marchando y no he llegado hasta a ti. Qué miedo desconocer el crepúsculo que nos unía en una cama, qué miedo resolver el problema que nos separa en la distancia. Qué miedo tú, silencio, qué angustia yo, en amar unos ojos en la oscuridad, y unos dedos fríos que desaparecen de mi vera en los

  Las luces de esta habitación me llevan a momentos que ya se han ido, hoy empiezo seguramente otro final de lo vivido. Las manos que abrazan estas palabras quieren hacerlo entre tu pelo, entre el ascenso a un nuevo lugar y lo prohibido. Las luces de esta habitación gritan que ya se huele el mar, es otra escena de calma en este invierno que busco la paz y el resurgir de sentimientos perdidos. Las canciones que envuelven este nuevo oleaje tienen un color distinto. Siempre me han gustado los amores imposibles. Los amores difíciles de encontrar, los amores difíciles

  Las luces de esta noche me reencuentran con el tiempo perdido. Tú y yo, brindamos. Surcan los aromas de la madrugada abrazados en este sofá, quiero ir a todos los rincones del universo abrazado a ti en esta noche si puedo brindar contigo. El viento en la sombra complace el recorrido granate de unos labios que se van a volver a encontrar. Tú y yo, me brindas. Las huellas de la noche se marcan sobre la última copa antes de besar. El invierno está perdido entre dos corazones que bombean con la misma pasión en cada sorbo. La vida

Sólo te quise una vez, pero fue para siempre. Ojalá se pusiera de moda enamorarse. Ojalá tú y no el invierno. Te gustaba siempre despeinarte, pero más vivir despeinada, lo más parecido a abrazarte era abrazar una estrella, iluminabas toda mi oscuridad, y no lo entiendo, si eras lo más parecido que había a aullar a la luna. Redry De mi libro «No quiero otro invierno sin mí». Foto @manu_galan.  

Hace tiempo que no hablamos, ojalá tu aquí, o yo allí, o los dos abrazados en un punto medio entre tu ombligo y el mío, en un silencio que me abrace por tu cintura, en tu ritmo cardiaco como almohada, hablando, callados. Redry De mi libro «No quiero otro invierno sin mí». Foto @manu_galan  

Creía que era más fácil decir te quiero. Creía que era más fácil dar la mano a alguien, entrelazar algún dedo mientras lo miras a los ojos y decir te quiero. Creía en serio que sería mucho más fácil dar un abrazo y decir “te quiero” mientras aprietas fuerte. Me da pánico molestar, me da miedo no saber hacerlo bien o en el momento menos indicado, pero te quiero y quiero darte un abrazo. Soy ese idiota que lo reclama y piensa más que actúa. Actúa. Redry De mi libro «No quiero otro invierno sin mí». Foto @camillegphoto @layersofred  

A pesar de mis ganas tengo que dejar que sigas tu camino, a pesar de mis ganas este sueño ha hecho un parón para dar el visto bueno al microuniverso que nos rodeaba y avanzar en otro latido. A pesar de seguir soñando tengo que vivir con el mundo que acontece sobre mis pies sin los tuyos, a pesar del tiempo que no espera, hay un deseo de que sigas sonriendo dentro de tu destino. A pesar de seguir avanzando por polos opuestos quiero saber que la conexión sigue latiendo, que tu mundo y el mío siguen sonriendo en mundos

El amanecer Este colchón vibra, imaginando que vuelves a dormir aquí. Y yo, yo me duermo imaginando que dolerá más el amanecer. Redry De mi próximo libro «Todos los vuelos que perdí por ti». Foto @camillegphoto @layersofred

Todo se atraganta, El beso, la risa, el silencio, la conversación incómoda. Todo se dispara, La vida, las luces de la habitación, el abrazo de despedida en plena madrugada. Todo se disipa, Tu olor, tus besos, el calor en la estancia Todo se precipita Tu piel, tus manos en mi pelo, tu fragancia. Ya todo se me atraganta. Redry De mi próximo libro «Todos los vuelos que perdí por ti». Foto @camillegphoto @layersofred

Todo se ha quebrado en el horizonte de mi cuerpo, A veces pasa, pero yo soy más fuerte. El invierno intenta resquebrajar de vez en cuanto todo lo que he trabajado para darme forma. Pero yo soy más fuerte. Solo necesito una palabra para empezar a creer que lo soy. Me. Me quiero, me cuido, me mimo, me escucho y me reconstruyo. Porque yo soy más fuerte. Me quiero, me siento, me abrazo, me creo y me recompongo. Me, solo me. Yo soy más fuerte. Porque me quiero, me conmuevo, me incito, me bailo y me oigo latir. Redry De